
El programa de la organización ha considerado diversas actividades ligadas al patrimonio alimentario que ponen en el centro de las celebraciones a las cocinas y sus territorios. Las jornadas han sido desarrolladas junto a UPA Chillán y la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio del Biobío.
Como es sabido, mayo es el Mes del Patrimonio y como fruto del trabajo articulado en conjunto con la Unidad de Patrimonio (UPA) de la Municipalidad de Chillán y la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, se ha desarrollado La Gran Cocina en Chillán, un programa que incluye diversas actividades ligadas al patrimonio alimentario, y que por primera vez lo tendrá en el centro de los festejos.
“Priorizar el valor del Patrimonio Alimentario para la comuna de Chillán significa también marcar un precedente para la nueva región. La alimentación nos identifica como comunidad, invita a acercarnos a quiénes somos, a lo que queremos ser y a reflexionar en torno a nuestra soberanía alimentaria ¿Somos realmente lo que comemos?” señala Paula Mariángel, presidenta de la ONG Cetsur.

El programa finalizará este domingo 27 con La Gran Cocina de Chillán en la Plaza de Armas, donde convergerán las Cocinas campesina, urbana y extranjera para cerrar la celebración del Mes del Patrimonio con talleres de culinaria y preparaciones a cargo de los ganadores del concurso “Sabores en Chillán”. La instancia será animada por el conductor del programa de televisión Lugares que Hablan, Francisco Saavedra.
Entre otras de las acciones realizadas por la organización, se realizó la jornada de “VI Diálogos en Patrimonio. La culinaria como soporte de nuestra identidad“, a la que asistieron más de 80 estudiantes de Ñuble, quienes pudieron conversar con destacados cultores vinculados al patrimonio alimentario.
Además, el pasado fin de semana se realizaron las celebraciones de las cocinas Urbana y Campesina en el Liceo República de Italia del Barrio Ultraestación y en la Escuela del sector rural de Confluencia, respectivamente. Los menús que deleitaron paladares y evocaron recuerdos y memorias de las y los asistentes incluyeron: turrón de vino, estofado de San Juan, y sopaipillas con harina en rama para La Gran Cocina Urbana, y cazuela de chancho con chuchoca en La Gran Cocina Campesina.
La iniciativa patrimonial se enmarca en la campaña AgroCulturas para el BuenVivir que desarrolla la organización este 2018, y que nos invita a reconocer la existencia de otras formas de concebir la relación con la Tierra y lo natural.